Mensaje del Párroco

Necesitamos vigorizar nuestra evangelización

Rvdo. Padre Rudi Borsoi.
Párroco de la Parroquia Ntra. Sra. de Caacupé

Estimada comunidad parroquial, estoy feliz en dedicar estas pocas líneas a cada uno de ustedes. En este año del Bicentenario de la República del Paraguay, Dios providente y lleno de amor nos ha regalado el comienzo de un camino que no deberá acabar nunca.

Él nos ofrece como primera edición una revista totalmente dedicada a Nuestra Señora de Caacupé y a la comunidad parroquial. Revista que Dios queriendo cada año estará siendo editada por ocasión de la Fiesta Patronal. Deseo vida larga a la Revista de la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé.

También expreso mi gratitud por esta hermosa iniciativa de crear un blog exclusivo, en donde estaremos presentando al mundo entero, todas las actividades que realizamos en el día a día. Así estaremos cumpliendo plenamente el lema de nuestro novenario 2010 "UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN PARA UN NUEVO PARAGUAY". Es una llamada a vivir el documento de aparecida en su totalidad. Nuestro paraguay necesita de una evangelización que sea nueva en su ardor, en su método y en su expresión.

Evangelización nueva en su ardor. Fruto de la conformación con Jesucristo y con la fuerza y ardor del Espíritu Santo. Esto supone una fe sólida, una caridad pastoral intensa y una dura fidelidad. Necesitamos vigorizar nuestra evangelización, vencer la apatía e indiferencia que afecta a muchos. El Espíritu da fortaleza, entusiasmo, paz, amor, espíritu misionero.

Evangelización nueva en sus métodos: La Iglesia siempre hizo uso correcto de los medios a su alcance para comunicar el Evangelio. Con métodos oportunos, en la diversidad de dones y carismas, buscó a todos. Estamos ante nuevas situaciones que nos urgen buscar nuevos caminos para llegar al otro; estas sendas han de ser recorridas para impregnar del Evangelio nuestro mundo.

Evangelización nueva en su expresión. Esta exige creatividad y apertura al Espíritu. El anuncio evangélico requiere la inculturación, para llegar a las diversas realidades culturales hoy. Además requiere la conversión pastoral de la Iglesia que sea coherente con el Concilio Vaticano II.

La nueva evangelización no es posible sin el encuentro con Cristo, muerto y resucitado. Allí vemos la importancia que ha de tener en nuestras vidas y en las de las comunidades la oración: ella dará profundidad a nuestro quehacer pastoral, especialmente la LECTIO DIVINA.